sábado, 5 de marzo de 2011

CELIBATO OBLIGATORIO

CELIBATO OBLIGATORIO EN IGLESIA LATINA.

No es de institución divina, sino humana. San Pedro estaba casado, como sabemos por los Evangelios. Varios de los apóstoles escogidos por Jesús estaban casados y en los primeros catorce siglos del Cristianismo encontramos casados a papas[1] obispos, sacerdotes y diáconos.
El Apóstol San Pablo, escribe a su enviado Timoteo: “Si alguien desea el episcopado, buena obra desea; pero es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer… que tenga los hijos en sujeción, con toda honestidad”[2].
“Los diáconos sean maridos de una sola mujer y que sepan gobernar a sus hijos y a su propia casa”[3]
Y a Tito, le encarga: “constituye por las ciudades presbíteros en la forma que te ordené. Que sean irreprochables, maridos de una sola mujer, cuyos hijos sean fieles, que no estén tachados de liviandad o desobediencia”[4]
En la carta a los fieles de Corinto: “Comenzando por tratar de lo que me habéis escrito; bueno es al hombre no tocar mujer; mas por evitar la fornicación, tenga cada uno su mujer y cada una su marido… A los no casados y a las viudas les digo que es mejor permanecer como yo. Pero si no pueden guardar continencia, cásense, que mejor es casarse que abrasarse”[5]
Hasta el Concilio de Trento (1515-1563), contra la Reforma protestante, que promovía el matrimonio de los sacerdotes y suprimía las órdenes religiosas y sus votos, no se impuso de forma obligatoria para toda la Iglesia latina; no para la oriental, en la que tanto los ortodoxos como los católicos suelen estar casados, excepto los obispos. La única disposición en ambos es que han de haberse casado antes de recibir las órdenes del diaconado o sacerdocio. Después ya no se les puede casar. De todos modos es una disposición humana y, por ello, mutable.
En Ilíberis (Eliberi, Elvira), ciudad desaparecida que, según unos, estaría en la extremidad sudoccidental de la Sierra de Elvira y, según otros, donde se encuentra la Alcazaba Cadina, en Granada, tuvo lugar entre los años 303 y 304, acabada la persecución de Diocleciano o quizás entre los 3l3 y 3l4, después de ser publicado el Edicto de Milán (313) reconociendo al Cristianismo, un Concilio comarcal o regional, al que asistieron 19 0bispos, 26 sacerdotes, varios diáconos y un grupo de fieles, que promulgó 81 cánones; en el 33 manda que los diáconos admitidos a las órdenes, sean célibes o bien dejen a sus legítimas mujeres si quieren recibir las sagradas órdenes, pero no se mete con los sacerdotes casados, si bien en el 43 dice que todo sacerdote que duerma con su esposa la noche antes de celebrar misa perderá su trabajo. Son las primeras actas que se conservan sobre este tema; si bien sus cánones sólo tenían valor regional y probablemente no fueron conocidos más allá de esa zona.
Posteriormente el Concilio de Nicea, en el año 325, decreta que, una vez ordenados, los diáconos y sacerdotes no puedan casarse. Esta norma sigue vigente en las iglesias orientales. Casado estaba, en el año 385, Siricio cuando abandonó a su esposa para convertirse en Papa y quiere que obispos y sacerdotes hagan lo mismo; es decir, que abandonen a sus esposas[6]. Y en el año 580, el Papa Pelagio II sólo exige que a la muerte de los sacerdotes casados no pase a sus esposas e hijos la propiedad de los bienes de la Iglesia. Documentos del siglo VII demuestran que en Francia la mayoría de los sacerdotes eran hombres casados. Y en el VIII, San Bonifacio informa al Papa que en Alemania casi ningún obispo o sacerdote es célibe. En el año 1045, el Papa Bonifacio IX se dispensa a sí mismo del celibato y renuncia al papado, para casarse. Pese a lo cual, en 1074, el Papa Gregorio VII, quiere imponer el voto del celibato. Y 21 años después, el Papa Urbano II comete la gran barbaridad anti evangélica de vender a las esposas de los sacerdotes como esclavas y el abandono de sus hijos. Naturalmente estas cosas sólo podían realizarse dentro de los dominios papales, pero no se observaron en el resto de la Cristiandad.
Los Concilios I y II de Letrán, en un afán de imponer el celibato a la fuerza, decretan que los matrimonios de los clérigos no son válidos. Pero ninguna autoridad humana puede declarar nulo un precepto de derecho natural. Y, en el siglo XV, el 50% de los sacerdotes son hombres casados y bien aceptados por los fieles. Es en el Concilio de Trento (1545 a 1563) cuando se decreta la obligación del celibato sacerdotal y se llega a afirmar que el celibato y la virginidad son superiores al matrimonio. Esto va contra la Tradición teológica y es precisamente en 1930, cuando el Papa Pío XI, conforme con esa tradición afirma claramente que el sexo puede ser bueno y santo y Juan XXIII, en el Concilio Vaticano II, que el matrimonio es equivalente a la virginidad.
Finalmente, los obispos están autorizados a ordenar como diáconos a fieles casados. A los sacerdotes anglicanos y episcopales casados que se convierten al catolicismo se les ordena como sacerdotes católicos; ya que está en duda si su ordenación sacerdotal anterior fue válida. Y pueden ejercer su sacerdocio[7], siguiendo casados.

Sobre sus consecuencias y su incumplimiento en la práctica, el teólogo seglar español E. MIRET MAGDALENA, publicó en EL PAÍS, 26 de marzo de 2002, el siguiente artículo:
“La azarosa historia del celibato clerical.”
“Lo que acaba de desvelarse: que una parte del clero no cumple ni respeta el celibato, y que incluso se lanzan a violar a monjas y novicias, no es sino consecuencia de una férrea ley que impide al clero latino casarse, y se precipitan por la calle de en medio haciendo caso omiso de sus promesas. Las estadísticas que existen en el país de las encuestas, que son los Estados Unidos, revelan el mar de fondo que existe y la jerarquía católica quiere silenciar. Y solamente de cuando en cuando surge algún hecho que tiene visos de escándalo, cuando se difunde.”
“Un jesuita profesor de la Universidad de Harvard, el P. Fischler, descubrió que el 92% del clero norteamericano pedía que pudiera elegir el sacerdote libremente ser casado o soltero. Y un sacerdote y psicoterapeuta, el P. Sipe, encontró que sólo el 2% de ese clero cumple el celibato, el 47% lo cumple relativamente y el 31’5% vive una relación sexual, de los cuales el tercio tiene relaciones homosexuales. Ante ello, varios obispos han pedido que se quite el celibato para el clero latino, ya que el oriental –incluso el unido a Roma- no tiene esa obligación y suele ser casado. Y el Concilio Vaticano II alabó el sentido espiritual del sacerdote casado en Oriente.”
“La historia de esta exigencia es muy azarosa, pues tuvieron que pasar casi quince siglos hasta que se exigió definitivamente el celibato en la Iglesia latina. Hasta el siglo IV no hay ninguna ley que lo exija, en ninguna parte de la Cristiandad. Y a partir de entonces se empieza a considerar obligatorio en algunas partes, pero sólo que los obispos no puedan estar casados, no el clero; aunque esta ley no es general, y existen muchos obispos casados. En el siglo V, en el Concilio de Rímini asisten 300 obispos casados, cifra enorme, dados los pocos obispos que hay en el mundo latino. La ley empezaba a prohibir a los sacerdotes que fueran casados a partir del siglo V, aunque no fue exigida por todos los obispos en sus diócesis. Y solamente el Concilio de Letrán de 1123 la exigió para el mundo latino, porque en el Oriente cristiano se declaró que hambres casados pueden ser ordenados sacerdotes, y así sigue esa costumbre legítima.”
“Pero hasta el siglo XVI ni las leyes de algunas diócesis se cumplen, ni son generales, y si lo son se malcumplen, y se buscan subterfugios para salirse por la tangente. Una de las cosas que se hacen antes del siglo IX es casarse, porque, aunque quien lo hace comete pecado, el matrimonio, sin embargo, es válido.”
“Son muchos los concilios que critican las costumbres sexuales del clero, y los canónigos y el clero bajo tienen frecuentemente concubinas; y por exigencia de los concilios de Maguncia y Augsburgo, después de pasados dos siglos, el obispo de Brema tiene en el siglo XI que expulsar de la ciudad a las concubinas. Y en Italia, dice el historiador católico Padre Amman: “El concubinato de los clérigos estaba muy extendido”. Y San Pedro Damiano critica públicamente al obispo de Fiésole, que “estaba rodeado de un buen número de mujeres”. Y al Concilio de Constanza[8] se desplazan 700 mujeres públicas, para atender a los obispos y clero en sus demandas sexuales durante esa reunión conciliar, según cuenta el historiador católico Daniel-Rops.”
“Por eso, hasta el Concilio de Trento, en el siglo XVI, no se sanciona solemnemente y de forma definitiva el celibato clerical, según confesó Pablo VI. ¿No es entonces natural y humano que la Iglesia de Roma suprima la hipocresía del celibato, que tantos males sexuales trae como consecuencia, y Roma haga caso de las sensatas peticiones, en ese sentido, de algunos obispos y moralistas y de muchos seglares católicos?”

Los sacerdotes seculares, los monjes, los frailes mendicantes y otros sólo hacen voto de obediencia a su Ordinario (Obispo, Abad, Superior General) y es éste quien les impone la norma canónica del celibato como condición imprescindible para ser ordenados diáconos y sacerdotes.
Durante el Concilio Vaticano II, muchos obispos americanos, africanos y asiáticos quisieron plantear el tema, pero los curiales del Vaticano alegaron que no estaba en el orden del día y se dice que los alemanes se opusieron por el enorme gasto que supondría cargar a la Iglesia con el pago de la seguridad social de las familias de los sacerdotes. Pero ¿cómo se las arreglan entonces las iglesias protestantes y luteranas de Alemania, respecto de sus pastores?
Juan Pablo II, en julio de 1993, declaró que “El celibato no es esencial para el sacerdocio; no es una ley promulgada por Jesucristo”. ¡Naturalmente! Sacerdotes son los de las iglesias de Oriente, que están casados y ejercen con gran éxito y aceptación, desde los comienzos del Cristianismo, su labor sacerdotal.
El 28 de marzo del 2010 un grupo de 40 mujeres que habían tenido romances con sacerdotes italianos se reunieron y remitieron a los medios de comunicación una interesante “carta abierta” al Papa Benedicto XVI pidiéndole la anulación del celibato sacerdotal. Intervino Stefanía Salomone, quien explicó a los medios que ella había convivido con un sacerdote durante cinco años; que se conocieron en la parroquia y los sentimientos surgieron de manera natural; pero el sacerdote, del que no quiso dar el nombre, se sentía confundido por sus propios sentimientos que, de alguna manera, estaba perturbado por su condición y el voto del celibato.
El 18 de mayo de 2010, los obispos austríacos, tras un encuentro en Mariazell con los consejos parroquiales, elevaron las conclusiones de éstos y de una gran asociación de seglares católicos, al Papa, solicitando la abolición del celibato, la readmisión al ejercicio del sacerdocio a los sacerdotes secularizados; especialmente poniendo de relieve la gran falta de vocaciones y la necesidad de reponer al clero viejo que se iba muriendo.
¿Futuro? Recordemos la rigidez con que Pio XII se negaba a pensar siquiera que los ritos sagrados pudieran realizarse en la lengua vernácula. Y las discusiones sobre el tema en el Concilio. Pero se impuso el sentido común. Y de tal forma que incluso se cambió el rito de la misa y se prohibió usar en ella el latín. Igual ocurrirá con el celibato. Vendrá otro Papa y se jubilarán los curiales vaticanescos y bien sea por un Concilio, bien por petición de todas las Conferencias Episcopales del mundo, el Papa derogará la ley del celibato obligatorio. En adelante, será optativo.

Tomás Montull Calvo.
Lr. Y Lic. en S. Teología. Dr. en Filosofía.
[1] Future Church da seis nombres de papas casados, once de papas hijos de papas o de sacerdotes y seis de papas que después de 1139 tuvieron hijos ilegítimos. E-mail: info@futurechurch.org. Donde además hay una abundante bibliografía.
[2] I Tim. 3, 1-4.
[3] I Tim. 3, 12.
[4] Tito, 1,6.
[5] I Cor., 7, 1-9.
[6] ¿Dónde queda la caridad cristiana? ¿Dónde la doctrina de San Pablo, que dice ser precepto del Señor que marido y mujer no se separen? (I Cor., 7, 10-11) O que “no os defrau7déis el uno al otro, a no ser de com´`un acuerdo por algún tiempo, para daros a la oración, y de nuevo volved al mismo orden de v ida, a fin de que no os tiente Satanás de incontinencia” (I Cor., 7, 5)
[7] Para más amplia información: PR.HEYSSEN J. CORDERO MARAVÍ = E-mail: Cordero1844@hotmsil.com, que contiene una copiosísima bibliografía. Oxford Dictionary of Popes. FUTURE CHURCH: Lakewood, Ohio, USA, 2008. LUDWIG VON PASTOR: Historia de los Papas… Aquisgran, 1886-1933. WIKIPEDIA en Internet; donde hay multitud de artículos, pero los datos históricos están fundamentados en el Diccionario de los Papas de Oxford.rf
[8] Años1414-1418.

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